Cómo ganar la confianza de tus clientes en la era digital

Construir la confianza en un cliente lleva tiempo; Destruirla tan solo lleva un instante.

Ganarse la confianza de un cliente es el factor más importante en el proceso de venta de cualquier producto o servicio, sobre todo si nuestro canal de ventas se encuentra en un entorno digital como las Redes Sociales o un Sitio de Ecommerce. Hablar de confianza en los negocios, requiere que comprendamos primero la forma en como nuestro cerebro funciona, a través de un concepto llamado “Percepción”.

¿Qué es la Percepción?

En nuestros talleres de entrenamiento, es uno de los primeros conceptos que enseñamos a nuestros clientes y lo definimos de la siguiente forma:

“La Percepción, no es más que un mecanismo que utiliza nuestro cerebro, para darle significado y valor a todo lo que nos rodea”

Al momento en que una persona entra en contacto por primera vez con una marca, persona, anuncio, mensaje, red social, sitio web, situación o cualquier otro estímulo, el cerebro buscará en su memoria cualquier experiencia similar y este mecanismo le permitirá crear una buena o mala percepción sobre la situación con la que interactúa y de esta evaluación, dependerá el nivel de confianza que tendrá en lo que vendas. Como podrás darte cuenta, la percepción creada es diferente para cada persona, sin embargo, existen algunos consejos que podemos brindarte para mejorar el nivel de confianza en tu cliente:

Constancia y paciencia: Reiteramos el mensaje que se encuentra al inicio de este artículo, crear confianza llevará algo de tiempo, sobre todo si tu emprendimiento o negocio es nuevo. Así también, recuerda que debes estar presente en la mente de tu consumidor, sin exagerar claro, por lo que la frecuencia de tus publicaciones o exposición es un factor relevante.

Segmenta y conoce a tu cliente: Ahora conocemos que la percepción no es igual para todos, por lo que debes identificar a los clientes con gustos similares, por ejemplo, si vendes un producto para el cabello, identifica factores demográficos e investiga los comportamientos sociales de tu potencial consumidor.

Sinceridad: ¿Confiarías en una persona o marca que te miente?, cada mensaje o publicación que desarrolles debe ser honesta, como te lo mencionamos al inicio, hemos visto muchas empresas y productos destruirse de la noche a la mañana por un simple mensaje que cambia la percepción que se ha construido en muchos años. Se claro en tus condiciones de venta o servicio, como por ejemplo, áreas de cobertura, servicio a domicilio, forma de pago, promociones u ofertas, etc.

Pide opiniones: La experiencia de otros clientes reduce notablemente las dudas sobre tu producto o servicio, e inspira a un cliente potencial a realizar su primera compra. Invita a tus clientes a colocar su opinión y reseña en los comentarios o secciones especializadas de las plataformas que utilices en tu e-commerce.

Coherencia: Cada mensaje, promesa, diseño o elemento de tu empresa debe ser coherente con el objetivo de empresa, por ejemplo si tu empresa se denomina “Muebles El Más Resistente”, termines vendiendo Agua Purificada. Todos los días observamos este tipo de errores, se cuidadoso con tu marca.

Vende soluciones y beneficios a los Puntos de Dolor: Un punto de dolor es un problema que enfrenta tu audiencia y en donde tu producto o servicio es el encargado de darle solución. Ejemplo: “¿Dolor de Cabeza?”, compra…….

Respalda tus productos y servicios: Cumple con las normativas legales de tu país para tu producto o servicio, brinda estudios que respalden tu producto, entrega comprobantes de pago certificados, de ser posible crea una empresa legal, ten un sitio web con los certificados correspondientes, etc.

Facilita la compra a tus clientes: Acepta tarjetas de crédito y débito como medios de pago y automatiza los procesos de compra.

Siempre muestra el precio de tus productos: Recuerda que las personas quieren comprar, no hablar con representantes.

Cumple: El peor de los escenarios es cuando, producto de algún descuido, no se cumplió con una entrega o existió un retraso que provocó molestias a un cliente, lo que da como resultado una mala opinión, y si esto es inevitable, debes contar con un protocolo para reducir el impacto de este. Recuerda, la imagen de tu empresa o negocio debe ser prioridad siempre.

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